Los nootrópicos se refieren a cualquier sustancia que mejore las funciones cognitivas como la memoria, el estado de alerta mental, la concentración, la creatividad, la motivación, la energía y la vigilia.
El término nootrópico fue acuñado por primera vez por el químico y psicólogo rumano Dr. Corneliu Giurgea, quien casualmente descubrió el piracetam, una sustancia con cualidades nootrópicas, mientras buscaba un fármaco que ayudara a dormir. En cierto modo, cuando el Dr. Giurgea descubrió el piracetam, encontró una sustancia con efectos exactamente opuestos a los que buscaba.
Según el Dr. Guirgea, una sustancia es nootrópica si se ha demostrado que:
- Mejorar el comportamiento en condiciones adversas
- Proteger el cerebro de lesiones por medios físicos o químicos
- Mejorar los mecanismos de control tónico cortical/subcortical
- Demostrar un perfil bajo de toxicidad y efectos secundarios
En términos generales, los nootrópicos se dividen en tres grandes categorías: suplementos, compuestos sintéticos y medicamentos recetados. Si bien existe un amplio apoyo en la comunidad médica a los nootrópicos recetados para tratar ciertas afecciones (por ejemplo, recetar un estimulante para tratar el TDAH), el uso de nootrópicos por parte de personas sanas está menos investigado, documentado y respaldado.
Entonces, ¿cómo es un nootrópico?
En cierto modo, se podría llamar al estimulante natural favorito de la humanidad, por ejemplo, la cafeína es un nootrópico clásico. Se ha demostrado que la cafeína mejora la concentración y el estado de alerta, al mismo tiempo, le da al cerebro más acceso a neurotransmisores como la acetilcolina, que se ha demostrado que mejora la memoria y el aprendizaje a corto plazo.
Sin embargo, la cafeína simplemente no es suficiente para muchas personas, lo que genera una demanda de suplementos y productos sintéticos. Algunos de los suplementos y sintéticos más comunes incluyen CDP-Colina, L-Teanina, Monohidrato de Creatina y Bacopa Monnieri.
Pasado indígena, futuro fúngico
Aunque el término nootrópicos sólo se remonta a hace unos 70 años, las culturas indígenas han utilizado plantas como las hojas de coca y el ginkgo durante miles de años para influir en su estado anímico y cognitivo.
Hoy en día, los hongos también se consideran posibles nootrópicos naturales, como Cordyceps, Melena de León y Mucuna. Aunque la ciencia y la investigación aún están en sus inicios, los próximos años podrían existir estudios adicionales que ayuden a aclarar y cuantificar su potencial en el espacio de mejora cognitiva.
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