El sistema inmunológico es un sistema de defensa maravillosamente complejo que nos ayuda a protegernos de patógenos dañinos. Si ha estado investigando cómo estimular su sistema inmunológico, es importante comprender que este sistema en realidad no se puede estimular; más bien, requiere equilibrio y armonía para funcionar correctamente.
¿Cómo funciona nuestro sistema inmunológico?
El sistema inmunológico es una red formada por glóbulos blancos, proteínas y órganos, incluidos los ganglios linfáticos, el intestino, la piel, las amígdalas, el bazo y la médula ósea. Trabajando en conjunto, esta red defiende al cuerpo contra bacterias, gérmenes, virus, parásitos, toxinas y hongos. Cuando su cuerpo detecta un antígeno o invasor, le indica al sistema de defensa que se prepare y puede producirse inflamación.
El sistema inmunológico puede detectar qué células son suyas y cuáles son invasoras, por lo que puede atacar células extrañas y prevenir o limitar enfermedades. Nuestro cuerpo es inteligente: también aprende de cada encuentro que tenemos, creando anticuerpos que recuerdan esos gérmenes específicos en caso de que regresen
Un poco de inflamación es bueno, pero demasiada con el tiempo puede causar enfermedades. Una forma de que esto suceda es mediante la acumulación de citoquinas, un tipo de proteína que ayuda a regular la respuesta inmune. Cuando el cuerpo responde a un patógeno, una sobreproducción de citoquinas puede desencadenar una tormenta. En lugar de que su sistema trabaje estratégicamente para eliminar el patógeno, ataca todo lo que lo rodea, provocando más daño que protección.
8 formas de equilibrar su sistema inmunológico
Hay varios ajustes que puede realizar en su estilo de vida para brindar apoyo inmunológico y promover la salud a diario.
Alimenta tus bacterias intestinales
Del 70 al 80% de las células inmunitarias se encuentran en el intestino. Existe un vínculo directo entre la flora de nuestro microbioma y la fortaleza de nuestro sistema inmunológico, por lo que es importante alimentarse con alimentos saludables y vitaminas si desea funcionar al máximo nivel y prevenir infecciones.
Un microbioma intestinal saludable o las bacterias beneficiosas que residen en el estómago, pueden evitar que los patógenos invasores lleguen a través del tracto digestivo. Para alimentar tu flora intestinal, debes consumir probióticos o microorganismos vivos que fomenten el equilibrio de tu microbiota. Puede obtener probióticos comiendo y bebiendo alimentos fermentados como kombucha, miso, chucrut y yogur.
Practica la respiración nasal
Cuando respira por la nariz en lugar de por la boca, condiciona la respiración cuando ingresa al cuerpo. Su nariz está diseñada para filtrar el polvo y los irritantes, aumentar la absorción de oxígeno y humidificar el aire con cada respiración. Cuando respira por la boca, no recibe ninguno de estos beneficios acondicionadores.
Dormir lo suficiente
El descanso profundo es vital para mantener un sistema inmunológico saludable. En un estudio, se descubrió que los adultos sanos que dormían menos de 6 horas cada noche tenían más probabilidades de resfriarse que aquellos que dormían más. Cada persona es diferente, pero intenta dormir al menos 7 horas cada noche, teniendo en cuenta que los cuerpos en crecimiento necesitarán más.
Tomar duchas frías
Existe una fuerte y creciente evidencia sobre los efectos beneficiosos de la inmersión en frío para la salud. Teniendo en cuenta la salud inmunológica en particular, un estudio de 2015 de más de 3000 participantes adultos encontró que quienes tomaron una ducha rutinaria de agua caliente a fría tuvieron un 29% menos de días de enfermedad en el trabajo en comparación con el grupo de control.
Come colorido
Un arco iris de frutas y verduras no solo proporciona fibra para alimentar las bacterias intestinales saludables, sino que también contiene jugosos antioxidantes, vitaminas y minerales que respaldan un sistema inmunológico fuerte. Los champiñones, los aguacates, el brócoli, el ajo, el cacao, las espinacas y una gran cantidad de otras plantas le proporcionan zinc, un mineral que equilibra el sistema inmunológico, mientras que las frutas cítricas, los pimientos rojos, la papaya y el kiwi se encuentran entre los alimentos que proporcionan la vitamina C, la superestrella del sistema inmunológico.
Las grasas saludables también pueden ayudar a su cuerpo a reducir la inflamación. Incluye nueces y semillas, aguacates, aceite de oliva y aceite de coco para obtener ácidos grasos Omega que ayudarán a proteger su cuerpo.
Haz ejercicio
La actividad física es una excelente manera de ayudar a estimular la circulación en el cuerpo y hacer que todo funcione sin problemas en general. Las investigaciones muestran que incluso una sesión de ejercicio moderado puede mejorar la eficacia de las vacunas en aquellas personas cuyo sistema inmunológico está comprometido. Intenta realizar 150 minutos de ejercicio moderado por semana.
Mantente hidratado
Un cuerpo hidratado es un cuerpo que tiene mucho menos riesgo de ser propenso a enfermedades e infecciones. Es importante beber muchos líquidos, como agua y té de hierbas, si siente que se está enfermando, para ayudar a su cuerpo a regenerar las células linfáticas que naturalmente combaten las enfermedades. En su día a día, la persona promedio debería intentar beber 2 litros de agua. Es posible que necesite más líquidos si hace mucho ejercicio o vive en un clima cálido.
Maneja el estrés
El estrés crónico deshace muchas funciones saludables de nuestro cuerpo y una forma en que puede manifestarse es en un aumento de la inflamación y un desequilibrio en la función de las células inmunitarias. Cuando nuestros cuerpos están agotados, ciertas partes funcionan a toda marcha y ciertas funciones pierden prioridad, lo que significa que somos más vulnerables de lo habitual.
Equilibra tu sistema inmunológico con vitaminas
Idealmente, todos comeríamos alimentos vegetales integrales ricos en nutrientes con cada comida y tomaríamos las decisiones de estilo de vida mencionadas anteriormente para apoyar una función inmune saludable. Pero la realidad es que rastrear los nutrientes en su dieta es más fácil de decir que de hacer. Para respaldar una dieta saludable de manera eficiente, un flujo constante de aliados inmunológicos probados lo mantiene equilibrado y resistente.
- Vitamina C: los estudios demuestran que la vitamina C puede aumentar los niveles de antioxidantes en el cuerpo hasta en un 30%, ayudando al cuerpo a combatir los radicales libres y la inflamación.
- Vitamina D: una deficiencia de vitamina D puede aumentar sus posibilidades de enfermarse y experimentar una tormenta de esas proteínas citoquinas que atacan su sistema.
- Probióticos: además de los alimentos fermentados, los probióticos beneficiosos para el intestino están disponibles en forma de suplemento.
- Zinc: es conocido por su capacidad para ayudar a promover la salud inmunológica.
- Reishi: los betaglucanos presentes en este hongo adaptógeno pueden ayudar a modular la inmunidad activando las células para una respuesta rápida.
La salud inmunológica es a menudo una de esas cosas en las que nos olvidamos de pensar hasta que es demasiado tarde. Sin embargo, nuestra salud diaria es muy importante para lograr todo lo que la vida exige de nosotros. Construir una base para la salud consiste en incorporar decisiones saludables a los hábitos diarios para que podamos fortalecer las respuestas naturales de nuestro cuerpo.
Comentarios (0)
No hay comentarios todavía. Sé el primero en comentar.