La salud de la piel en realidad comienza en el interior, si bien los días de spa y los tratamientos faciales son una manera maravillosa de darse un capricho, no es necesario que gaste cientos (o miles) de pesos en tu rutina de cuidado de la piel.
De hecho, la salud de la piel depende en gran medida de lo que le das a tu cuerpo, a diferencia de lo que le pones. Los nutrientes contenidos en los alimentos que consume eventualmente se transforman en las células y tejidos que componen tu cuerpo físico. Por eso, para una piel radiante, debes consumir una dieta radiante.
1. Tomates son una rica fuente de fitonutriente licopeno, que es un tipo de carotenoide que le da a los tomates su rico color rojo. El licopeno es un poderoso antioxidante que actúa como protector solar natural, protegiendo las células de la piel del daño de los rayos UV y potencialmente incluso protegiendo contra el cáncer de piel. Cuando se trata de una piel joven y radiante, la protección contra los rayos UV es vital. De hecho, la exposición al sol es uno de los principales factores que contribuyen a la aparición de líneas finas y arrugas.
Desafortunadamente, a medida que envejecemos, los niveles de licopeno en nuestra piel tienden a disminuir, lo que nos hace más vulnerables a los efectos secundarios no deseados del daño de los rayos UV. Afortunadamente, las investigaciones muestran que el consumo de alimentos ricos en licopeno puede aumentar las concentraciones en la piel a cualquier edad.
Junto con los tomates, también se puede encontrar licopeno en otras frutas y verduras de pigmento rojo como la sandía, las toronjas, las papayas y los pimientos rojos.
2. Cítricos son famosos por su alto contenido en vitamina C que es un potente antioxidante y actúa como otro sistema de defensa contra el daño inducido por los rayos UV, además de ser un nutriente esencial implicado en la síntesis de colágeno. El colágeno es una proteína que se encuentra en el tejido conectivo de la piel y desempeña un papel importante en la integridad de la matriz extracelular (MEC).
3. Cúrcuma mantiene la inflamación bajo control lo cual es vital para una piel de aspecto saludable. Junto con el estrés oxidativo, la inflamación está detrás de muchas afecciones cutáneas comunes, incluidas (entre otras) el acné, la psoriasis y la rosácea.
Encontrar formas de mejorar sus defensas inflamatorias es vital no sólo para la salud de la piel, sino también para la longevidad y el bienestar general de su cuerpo y mente. En la medicina ayurvédica, la cúrcuma es conocida como una de las hierbas antiinflamatorias más preciadas y ayuda a tratar una variedad de afecciones que van desde la ansiedad hasta las enfermedades cardíacas y la artritis. Los estudios demuestran que entre sus propiedades terapéuticas, la cúrcuma, debido al compuesto activo curcumina, puede ayudar a calmar las afecciones inflamatorias de la piel. Además de su actividad antiinflamatoria, la curcumina también parece desempeñar un papel en la deposición de colágeno y la síntesis de la matriz extracelular de la piel, el andamiaje que mantiene la piel tensa y elástica.
4. Bayas con colores rojo intenso, morado y azul como los arándanos, las moras, las fresas y las frambuesas, todas ellas ricas en antocianinas, un poderoso compuesto antioxidante. Las cuales pueden combatir el impacto de las metaloproteinasas (MMP) y reducir su producción, protegiendo el colágeno y la elastina de las agresiones y mitigando la formación de arrugas inducida por los rayos UV. Ya que una de las formas en que la exposición al sol daña la piel es mediante la producción de enzimas MMP. En realidad, las MMP son enzimas necesarias que llevan a cabo una serie de funciones importantes, pero cuando se producen en exceso, pueden degradar el colágeno y la elastina de la piel, lo que provoca arrugas.
5. Almendras son una rica fuente de vitamina E, que desempeña varias funciones en el mantenimiento de una piel sana debido a su naturaleza liposoluble.
En primer lugar, la vitamina E ayuda a mitigar la oxidación de los ácidos grasos en la membrana celular. Si no lo sabes, cada célula de tu cuerpo está encerrada dentro de una membrana compuesta principalmente de ácidos grasos. Cuando estas membranas resultan dañadas por los radicales libres, pueden provocar una serie de problemas dentro de la célula que, en última instancia, conducen a la muerte celular. De esta manera, la vitamina E puede favorecer la integridad de la piel ayudando literalmente a mantener las células vivas y felices.
En segundo lugar, la vitamina E se encuentra en el sebo de la piel, que forma una capa protectora sobre la piel, ayudando a mantener la humedad. Una piel adecuadamente hidratada es vital para un brillo saludable y radiante.
Y por último, la vitamina E es otro nutriente que puede actuar como protector solar natural al absorber los rayos del sol, específicamente los rayos UVB.
Junto con las almendras, otras fuentes potentes de vitamina E incluyen los aguacates, las avellanas y las semillas de girasol.
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