Aunque 1 de cada 4 de nosotros se ve afectado por un trastorno mental en algún momento de nuestras vidas, 4 de cada 4 tenemos salud mental, lo que significa que ninguno de nosotros debería considerarse exento del mantenimiento de la salud mental. Dado que se estima que hay 450 millones de personas en todo el mundo que viven con trastornos mentales y que alguien se suicida cada 40 segundos, debemos seguir rompiendo el estigma en torno a la salud mental compartiendo nuestras experiencias y fomentando una mente sana.
Desde nutrir nuestro intestino hasta movernos con atención, hay pasos cotidianos que podemos tomar para mejorar nuestra salud mental. Hemos reunido un resumen de formas de ayudarte a liberarte del estrés, controlar la ansiedad y dormir mejor.
Cuida tu intestino.
A menudo se hace referencia a nuestro intestino como nuestro segundo cerebro y afecta todo, desde la piel y la energía hasta el peso, la inmunidad, la función sexual y el estado de ánimo. Dado que hasta el 95% de nuestra serotonina (la hormona que contribuye a la sensación de bienestar y felicidad) se produce allí, tiene sentido que un intestino sano sea igual a una mente sana.
El eje intestino-cerebro ha sido reconocido por el Ayurveda y la Medicina China durante miles de años, pero la medicina occidental sólo recientemente ha adquirido una mejor comprensión de esta conexión y de nuestra microbiota intestinal. Estos avances ofrecen información sobre tratamientos nuevos y radicales para problemas de salud mental, incluidas la ansiedad y la depresión.
Como lo reitera Mental Health America, el cuidado de tu intestino y posteriormente, de tu eje intestino-cerebro comienza con una dieta equilibrada y nutritiva: alimentos prebióticos (que alimentan las bacterias intestinales) como espárragos, plátanos, bayas y mangos, y alimentos probióticos (que contiene bacterias vivas) como vinagre de manzana, yogur, kimchi y kombucha.
Muévete conscientemente.
Los beneficios del ejercicio tanto para el cuerpo como para la mente han sido bien documentados, por lo que encontrar un tipo de movimiento que disfrutes en lugar de temer es esencial para asegurarte de mantenerlo. El ejercicio no tiene por qué significar simplemente ir al gimnasio, podrías tomar una clase de baile. Al concentrare e involucrar mucho a tu mente en tu entrenamiento, puedas sentir cierta libertad del estrés o la ansiedad que puedas estar experimentando.
Date tiempo para sentirte bien.
Independientemente de lo que signifique el cuidado personal para ti, ya sea encender tu vela favorita por la noche o prepararte una comida nutritiva, es importante dedicar tiempo a hacer las cosas que te hacen sentir bien.
Las mejores cosas de la vida son gratis, pero a menudo son las más difíciles de lograr: dormir bien por la noche, tiempo para uno mismo, ejercicio y una dieta saludable. Por ejemplo, cuando se trata de cuidar nuestra piel estamos condicionados a creer que existe una crema mágica que solucionará todos nuestros problemas, pero ese no es el caso. Sí, una buena rutina de cuidado de la piel personalizada ayudará a que tu piel funcione de manera óptima, pero si no observas tu cuerpo como un todo, no podrás obtener los resultados que buscas. La deshidratación, la falta de sueño, los altos niveles de estrés, las deficiencias de vitaminas y los factores ambientales van a contribuir. Nuestro estado emocional y energético se muestra en nuestra piel, así que, ante todo, esto es lo que todos debemos cuidar
Prioriza tu sueño.
Cuando la tecnología nos falla, muchas veces la solución es simplemente apagar y volver a encender el dispositivo, de repente todo vuelve a funcionar con normalidad. Nuestros cerebros funcionan de manera similar durante el sueño; cuando nos “apagamos”, ocurren procesos vitales en el cuerpo como la reparación muscular, la consolidación de la memoria y la liberación de hormonas que regulan el crecimiento y el apetito, lo que significa que podemos funcionar bien al día siguiente. La falta de sueño no sólo pone en riesgo nuestra salud mental, sino que también puede dañar nuestro sistema inmunológico y nuestra memoria, incluso ponernos en mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cáncer.
Mental Health America también recomienda dormir para ayudar a la resiliencia: Descansar no solo nos ayuda a desarrollar un sistema inmunológico más resistente, sino que también fortalece la inmunidad emocional y de salud mental.
La salud mental es un aspecto fundamental de nuestra vida que merece atención y cuidado constante. Aunque es común enfocarnos en nuestro bienestar físico, debemos recordar que el equilibrio mental es igualmente crucial para vivir una vida plena y satisfactoria.
Al abordar aspectos como el cuidado de nuestro intestino, el movimiento consciente, el autocuidado y la priorización del sueño, podemos fortalecer nuestra salud mental y emocional. Estas prácticas no solo tienen beneficios inmediatos, como la reducción del estrés y la ansiedad, sino que también contribuyen a nuestra resiliencia a largo plazo, fortaleciendo nuestra capacidad para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana.
Al romper el estigma que rodea a la salud mental y compartir nuestras experiencias, podemos crear una cultura de apoyo y comprensión. Recordemos que todos merecemos cuidar nuestra salud mental y que nunca estamos solos en este viaje.
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