Muchas veces, cuando pensamos en la salud de la mujer, automáticamente pensamos en el ciclo menstrual. Si bien esto puede parecer reduccionista, es por una buena razón. El ciclo menstrual es una parte imperativa del cuerpo de una mujer y es una diferencia biológica importante con respecto a los hombres. Cada fase trae cambios hormonales que tienen un efecto enorme en la salud emocional, mental y física.
En la Medicina Tradicional China (MTC), el ciclo menstrual se entiende a través del yin, el yang y el qi —principios centrales en la MTC— y se divide en cuatro fases. Estas fases son: la menstruación (período), la folicular, la ovulación y la lútea.
MTC en el cuerpo menstruante
Antes de sumergirnos en las cuatro fases, comprendamos brevemente cómo la MTC ve el cuerpo, particularmente en relación con el ciclo menstrual. Considera que el cuerpo está formado por:
- Qi, la fuerza vital global que incluye a todas las demás.
- Sangre, que es similar a nuestra comprensión occidental de la sangre.
- Yin, una energía fría y densa con forma física, está asociada con los fluidos y lo femenino.
- Yang, más cálido; asociado a la actividad, la energía y a lo masculino
Fases
Dado que cada una de las cuatro fases del ciclo menstrual viene con fluctuaciones hormonales que contribuyen a diferentes estados mentales y emocionales, niveles de energía y cambios físicos.
Fase 1: Sanguínea—Menstruación
En la MTC, la primera fase del ciclo es la menstruación, cuando el útero se desprende del revestimiento uterino. Esta fase está dominada por un abundante movimiento de sangre y qi.
Energía + Estilo de vida: Los primeros días de tu ciclo reducirán tu energía. Este es un momento para volver hacia adentro, concentrarte en el descanso y las prácticas de cuidado personal, como bañarte y tomar una siesta. Después de unos días, tus niveles de estrógeno comenzarán a aumentar junto con tus niveles de energía.
Nutrición + Hierbas: Nutre tu cuerpo con hierbas para generar la sangre que se pierde durante la menstruación, como Dang Gui, bayas de Goji y Jujube. Consume alimentos ricos en omega-3, antioxidantes y antiinflamatorios para reducir los síntomas, así como alimentos ricos en hierro para ayudar a su cuerpo a reconstruirse.
Fase 2: Fase Yin—Folicular
En la fase folicular, el estrógeno aumenta para favorecer el engrosamiento del revestimiento uterino y la formación de un nuevo folículo en los ovarios. Esta fase de crecimiento se centra en la reconstrucción de la sangre y el yin (sustancia y alimento) para favorecer el nuevo crecimiento del revestimiento, los folículos y los líquidos del útero.
Energía + Estilo de vida: A medida que el estrógeno alcanza su punto máximo, también lo hacen tus niveles de energía física y mental. Apóyate en la expansión, la creatividad y la productividad (los estudios muestran una mejora de la memoria de trabajo verbal durante esta fase). Aquí puedes mejorar tu rutina de ejercicios con entrenamientos de alta intensidad y resistencia.
Nutrición + Hierbas: Consume hierbas que apoyen el estrógeno, como Rehmanniae, cereza de cornalina y raíz de peonía. Incluye alimentos ricos en vitamina D y A, así como zinc y selenio, para ayudar a que el revestimiento del útero se espese y se prepare para la ovulación.
Fase 3: Fase Yang—Ovulación
El aumento de estrógeno desencadena un aumento de hormonas (LH y FSH) que provoca la liberación de un óvulo del folículo. También hay un breve aumento de testosterona en este momento. En el momento de la ovulación, el yin alcanza su punto máximo y el ciclo pasa a yang.
Energía + Estilo de vida: La ovulación dura solo de 12 a 24 horas, pero con la continuación de la alta energía y el estallido de testosterona de la fase folicular, te sentirás con más energía y potencialmente de buen humor. Escucha a tu cuerpo.
Nutrición + Hierbas: Consume hierbas que muevan la energía, como el ñame silvestre chino, el ginseng, la schisandra y la canela.
Fase 4: Fase lútea—Ovulación
La progesterona aumenta y se convierte en la hormona dominante, que hace proliferar el revestimiento del útero para favorecer un posible embarazo si el óvulo fuera fertilizado. Todos los recursos (qi, yin, yang y sangre) se utilizan para preparar el cuerpo para un posible embarazo. Si no se produce el embarazo, la progesterona disminuye y desencadena la fase menstrual para comenzar un nuevo ciclo. El Qi es el conductor de este ciclo y debe ser abundante y fluido para que el ciclo se desarrolle sin problemas. La desregulación del Qi puede provocar síndrome premenstrual y períodos dolorosos.
Energía + Estilo de vida: Una caída en el estrógeno y un aumento de la progesterona, que es más una hormona sedante, provocarán una caída de los niveles de energía. La ventaja es el efecto calmante y feliz de la progesterona. Este es un momento para conservar la energía y practicar ejercicios de respiración y yoga.
Nutrición + Hierbas: Disfruta de hierbas que apoyan la progesterona, como la baya Vitex, el astrágalo y el Chuanxiong, los alimentos ricos en vitamina B. Evite los alimentos inflamatorios con alto contenido de azúcar refinada, altamente procesados, grasosos y el alcohol, que pueden empeorar los síntomas del período entrante.
Regula y recupera tu ciclo
Así como dormir es vital para la recuperación de energía después de cada día, la recuperación de cada fase de tu ciclo ayuda a tener ciclos más suaves y saludables en el futuro. Sigue tus niveles de energía en cada fase lo mejor que pueda, pero también toma en cuenta que la vida se interpone en el camino y las exigencias de nuestro día a día pueden dictar una realidad diferente en la que necesitamos ir al trabajo, la escuela, cuidar a los niños o cumplir una fecha límite.
Es aquí cuando la acupuntura y los remedios a base de hierbas pueden ayudar a reponer el qi, la sangre, el yin o el yang adicionales que hemos gastado y que no podemos compensar con nuestra dieta y estilo de vida por nuestra cuenta.
En Commons tenemos un Kit Balance Hormonal, esta mezcla tradicional de adaptógenos apoya los niveles de hormonas involucradas en los ciclos reproductivos de las mujeres.
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